Desde sus inicios, el propósito de las cooperativas y fondos de empleados ha sido trabajar en conjunto en pro de un beneficio colectivo, haciendo que tanto los asociados como sus familias progresen al mismo ritmo. Otro de sus objetivos consiste en darle solución a las necesidades de las comunidades donde operan.
Hoy en día, Colombia ya cuenta con 3.205 cooperativas y fondos formalizados y más de 6,3 millones de colombianos afiliados. Dentro de los beneficios que las personas encuentran al ser parte de una de estas entidades, quizás, el más relevante sea que una vez se asocian a dicha empresa, ya son parte de esta y por ende, dueños de la organización en mención.
En segunda instancia, es que al asociarse a una cooperativa o fondo de empleados, las personas reciben los servicios y beneficios que ofrece, los cuales están orientados a mejorar la calidad de vida, ofrecer bienestar y darle oportunidades a los asociados y sus familias. El tercer beneficio es que las cooperativas ofrecen productos y servicios enfocados a las líneas sociales. En la mayoría de los casos, esos productos y servicios se ofrecen en mejores condiciones a los que ofrecen los demás actores del mercado. “Los ofrecemos porque somos dueños de nuestra propia empresa. Así, nuestro objetivo es ofrecer bienestar tanto a nuestros asociados como a sus familias, satisfaciendo sus necesidades. Todos los productos y servicios que ofrecemos se traducen en condiciones económicas más favorables para todos”, afirmó Carlos Acero, presidente de la Confederación d e Cooperativas de Colombia (Confecoop).
En términos de depósitos, los asociados tienen mejores tasas de colocación. Los excedentes que genera la operación de las cooperativas y fondos de empleados se reinvierten en más servicios para los asociados. “Si está en una empresa de capital, la utilidad o ganancia, le queda al dueño, mientras que el excedente cooperativo se invierte completamente”.